jueves, junio 27, 2013

¿Cómo trabajar para un jefe inexperto?

Nuevos datos confirman que para los empleados más longevos de una empresa aceptar las directrices de mandos más jóvenes resulta más que incómodo, inaceptable. Estas actitudes pueden generar que el rendimiento disminuya. Además, la desmotivación entre el personal puede ocasionar un incremento en las bajas por depresión y, en los casos más extremos, el abandono puestos de trabajo. ¿Cómo evitar esta situación? 

La experiencia y los años de trayectoria suelen convertir a un líder en un jefe exitoso. Por el contrario, aquellas personas con herramientas técnicas que no posee un buen bagaje no reciben más que el menosprecio de su equipo, según ratifican los sondeos. 

Especialistas en recursos humanos corroboran que los empleados prefieren sentirse respaldados por un líder con una amplia trayectoria profesional. Para los trabajadores, la experiencia del jefe es lo que garantizará su éxito y sus buenos resultados. 

El cometido del común de los empleados de una empresa es permanecer dentro de ella el mayor tiempo posible, el propósito sin duda es la estabilidad económica y profesional de la persona. Sin embargo, una vez conseguido tal propósito los inconvenientes llegan de la mano del “nuevo y joven jefe”. 

Los especialistas aseguran que aunque los empleados con más trayectoria y años dentro de una empresa llegan a sentirse discriminados por su edad en algún momento, son ellos los primeros en señalar a quien es más joven y tiene menos experiencia, separando y evitando la correcta integración del equipo. 

El digital especializado Money Watch de la CBS News, se hace eco de esta situación y los inconvenientes que esto genera en los equipos de trabajo. 

Alejar los prejuicios 

Confiar en que la edad proporciona la sabiduría en todos los ámbitos es un error repetido a menudo por la mayoría de las personas. Si no, ¿cómo es que siendo adultos y superando la barrera de los 50 se puede asistir a un psicólogo que en un alto porcentaje de probabilidades sea menor que usted? 

La respuesta es sencilla, según los especialistas, al contrastar opiniones con alguien más joven lo que deseamos es conocer su punto de vista para ampliar nuestra perspectiva y tomar una decisión acertada. 

Lo mismo sucede en el trabajo, sólo que en ese ámbito aplicamos prejuicios y asociamos la edad con la sabiduría, según los estudiosos. Abrirse a la posibilidad de cambios que deleguen responsabilidad en alguien más joven no tiene por qué asegurarle el fracaso a su empresa y menos a su labor, puede en muchos casos ser la ocasión perfecta para reestructurar la mecánica de trabajo y traer nuevas ideas que generen un cambio positivo en su oficina. 

Para Suzanne Lucas, especialista en el área, el problema de quienes no están dispuestos a ser supervisados por alguien con menos experiencia no es una diferencia de edad, sino diferencia cultural. 

“¿En este tema importa la cultura de la empresa? Ya lo creo. Pongamos un ejemplo: usted ha sido siempre un trabajador autónomo, y ahora pasa de trabajar por su cuenta a estar en un equipo como subordinado. Eso es ya un cambio de cultura en sí mismo. Además, si usted es más viejo que el resto de los miembros de su equipo, eso será un cambio de cultura para todos”, asegura Lucas. 

Así que, ¿cómo superar las diferencias culturales? Bueno, lo primero según la experta es dejar de buscar la forma en que usted es diferente a su nuevo y joven jefe y empezar a buscar las similitudes y los puntos de encuentro de opiniones para conciliar posturas. “Todos están trabajando en la misma empresa y en los mismos proyectos, con (supuestamente) los mismos objetivos, sois todos un mismo equipo”, ratifica la especialista. 

Cinco claves para conseguirlo 

Los expertos aconsejan a los más veteranos de las empresas a utilizar como único atuendo la humildad, atributo que en los años de experiencia es siempre más valorado, he aquí cinco consejos sobre cómo actuar ante la llegada de un jefe joven: 

Siéntese con su director y exprese sus preocupaciones: Céntrese en el desafío de pasar de ser un trabajador independiente (cuya labor no era supervisada) a un miembro del equipo que deberá trabajar de la mano de una nueva persona que viene por el bienestar de la empresa. 

Encuentre una manera de utilizar sus fortalezas y experiencia para beneficiar al resto del equipo: Ofrezca esa opción a su nuevo líder. 

Haga un esfuerzo por compartir ideas con sus compañeros de trabajo: Establézcase la meta de integrarse más con sus compañeros, incluso con aquellos que son menores que usted. 

Escuche lo que otros tienen que decir: A pesar de que carecen de sus años de experiencia, tienen sus propias experiencias para aprovechar. Deles una oportunidad. 

Absténgase de decir: "Bueno, nosotros estamos acostumbramos a ..." y "Cuando era jefe Don...": Esto sólo aumenta la brecha entre usted y los miembros de su equipo o su nuevo jefe. Recuerde que todos, incluido el nuevo jefe, son el mismo equipo ahora. 

Lo que está claro es que la diferencia de edad no va a desaparecer, pero la brecha cultural puede que con un poco de esfuerzo de su parte sí desaparezca y haga la relación laboral más satisfactoria. Recuerde que debe haber cabida para los “nuevos aires”, que en su mayoría vienen a refrescar y a otorgar una nueva perspectiva en todos los ámbitos. Ese nuevo jefe también necesita tiempo para demostrarle que vale, dele la oportunidad. 

Iván Abreu Anaya 

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