martes, marzo 05, 2013

¿Qué es la actitud proactiva?


Es la que tienen las personas que asumen el pleno control de su conducta vital de una manera activa. Es hacer prevalecer la libertad de elección sobre las circunstancia de la vida.
Podríamos decir que es el cuarto nivel o grado de “tomar la iniciativa”, en el qué asumimos la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan, decidiendo en cada momento lo que queremos hacer y cómo lo vamos a hacer:
§  En un primer nivel, las personas abordan los problemas y las oportunidades en el momento que se presentan, con diligencia y prontitud.
§  En un segundo nivel, la persona ya es capaz de tomar decisiones con rapidez y decisión en momentos de crisis, intentando anticiparse a las situaciones que puedan surgir y teniendo distintas perspectivas para afrontar una situación.
§  En un tercer nivel, en el que está la mayoría de buenos gestores, la persona se adelanta y se prepara para los acontecimientos que pueden ocurrir en el corto plazo. Crea oportunidades o minimiza los problemas potenciales y es ágil en la respuesta a los cambios. Aplica distintas formas de trabajo con una visión de mediano plazo y es capaz de evaluar las principales consecuencias de una decisión a largo plazo.
§  Por último, en el cuarto nivel, el de la actitud proactiva, en el que está la excelencia y el modelo a seguir, la persona se anticipa a las situaciones con una visión de largo plazo; actúa para crear oportunidades o evitar problemas que no son evidentes para los demás. Elabora planes alternativos. Es promotor de ideas innovadoras.

Las personas proactivas no se ven afectadas por las circunstancias, las condiciones, el ambiente social…. Tienen la libertad de elegir sus propias acciones. Se mueven por valores cuidadosamente meditados y seleccionados: pueden pasar muchas cosas a su alrededor pero son dueñas de cómo quieren reaccionar ante esos estímulos. Centran sus esfuerzos en el círculo de influencia: se dedican a aquellas cosas con respecto a las cuales pueden hacer algo. Su energía es positiva, con lo cual amplían su círculo de influencia.

Las personas que tienen el hábito de la proactividad no son agresivas, arrogantes o insensibles, como defienden algunos tópicos, sino todo lo contrario: se mueven por valores, saben lo que necesitan y actúan en consecuencia.

¿Cómo se potencia la actitud proactiva?
En primer lugar tomando conciencia de cuáles son los valores más importantes, con los cuales se quiere estar permanentemente alineado.
En segundo lugar, viendo  la bondad de dicha actitud y que su aplicación es posible por parte de cualquier sujeto que se lo proponga.
En tercer lugar acostumbrándonos a pensar en objetivos a medio y largo plazo. Tener la visión de hacia dónde nos dirigimos y en qué queremos invertir nuestros esfuerzos.
En cuarto lugar adquiriendo un compromiso con nosotros mismos para llevar a término todo lo que queremos conseguir.
En quinto lugar estableciendo una buena priorización y planificación de las acciones necesarias para alcanzar dichos objetivos.
Y finalmente con un marco ideal, empezando el día positivamente y reservando pequeños espacios de tranquilidad durante la jornada.

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