domingo, diciembre 30, 2012

El Mundo necesita a las PYMES


El informe "Perspectivas económicas de América Latina 2013", desarrollado en conjunto por el Centro de Desarrollo de la OCDE y la CEPAL, demostró, nuevamente, que el desarrollo de América Latina, tanto económico como social, pasa por un actor cuyo rol ha sido constantemente subestimado: la pequeña y mediana empresa.

La inestabilidad y el cambio constante del contexto y economía a nivel mundial plantean nuevas necesidades. Una de esas es trabajar privilegiando la región. No se trata de egoísmo ni de ceguera. Se trata de que, ante un entorno cambiante, América Latina debe privilegiar ahora su crecimiento y fortalecimiento como conjunto, considerando que los rasgos, necesidades y desafíos de los países que la conforman son similares.

Es en este contexto que las PYMES presentan un potencial incalculable. Con el impulso adecuado, pueden ser el bastión del cambio estructural y el aumento de la productividad de cada país y, en consecuencia, del continente. Obviamente, es más fácil decirlo que hacerlo. Es necesaria una coordinación y voluntad que hasta el momento no se ha visto para lograrlo.

Esta deuda que tienen los países de América Latina es difícil de comprender, sobre todo considerando que los números desde hace años nos revelan la importancia de las PYMES. De hecho, estas representan 99% del total de firmas en la región y emplean a 67% de todos los trabajadores. Sin embargo, a pesar de esta realidad, su contribución al PIB y su productividad total son bajas.

¿Dónde están las razones de semejante desaprovechamiento y falta de apoyo?

Los problemas de financiamiento son quizás el principal obstáculo. De acuerdo al mismo informe, sólo 12% del total de créditos otorgados en la región van hacia estas empresas, comparado con el 25% en los países de la OCDE.

El desarrollo, entonces, plantea desafíos. Es aquí donde debemos ser capaces de identificar oportunidades y poner herramientas a disposición. El apoyo de los gobiernos es fundamental, aumentando los financiamientos y destrabando los accesos a ellos, otorgándole institucionalidad al emprendimiento y capacitación al sector.

Un uso eficiente de las tecnologías de la información es clave también para el desarrollo integral de las PYMES, que les permita equiparar el mercado con las grandes empresas reduciendo costos y ampliando sus oportunidades. Tomar conciencia de la importancia del pequeño y mediano empresario no significa renunciar al más grande. Se trata de que, en un mercado tan cambiante y con una economía que se hace cada vez más impredecible, depender del contexto exterior parece un poco arriesgado, sobre todo considerando que a nivel local contamos con un recurso con un potencial tremendo y que no ha sido correctamente impulsado. Las PYMES están ahí, esperando nuestro apoyo.

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