martes, julio 17, 2012

Tres de cada 4 empleados se llevan mal con sus jefes


Según una encuesta, la mayoría quisiera insultarlos o renunciar. Las quejas son porque no valoran su trabajo ni apoyan su desarrollo. Para los especialistas, es la causa principal del mal clima laboral.

El estereotipo que indica que en las relaciones laborales los subordinados detestan a sus superiores tuvo su actualización cinematográfica más reciente en Quiero matar a mi jefe. En la película, tres empleados víctimas de superiores insufribles deciden terminar definitivamente con ellos. En la realidad habitualmente se está lejos de esos extremos, pero al parecer el cliché de los jefes poco queridos sigue teniendo sustento: una encuesta llevada a cabo por el sitio internacional Trabajando.com, dedicado al reclutamiento de ejecutivos, indica que tres de cada cuatro empleados tiene una mala relación con sus jefes.

Cuando a los encuestados, más de dos mil argentinos, se les preguntó “¿Qué te gustaría decirle a tu jefe?”, el 30 % de ellos contestó que tenían ganas de espetarle un insulto: “Váyase a la punta del cerro y déjeme hacer mi trabajo” (la frase ofrecida como opción evita la grosería pero es elocuente, explican en Trabajando.com).

A su vez, un 28 % expresó estar deseoso de dejar oír un breve pero contundente “¡renuncio!” y un 18% de la muestra afirmó que quisiera contestar a alguna indicación de su jefe con un virulento “hágalo usted mismo”.

Pablo Molouny, gerente general de la filial argentina de Trabajando.com, señala que estas respuestas (que suman el 76 % de la muestra) indican una relación insatisfactoria con los jefes. “La experiencia indica que aún la respuesta ‘¡renuncio!’, que podría interpretarse como insatisfacción hacia el trabajo y no hacia el jefe, es en la mayoría de los casos dirigida a los superiores y no a la empresa empleadora”, explica Molouny.

El resto de los encuestados respondieron que quisieran decirle a su jefe “quiero ser como usted” (un 19%) y “lo quiero tanto” (un 5 %). Aunque un 6 % de quienes optaron por estas respuestas admitieron que lo harían de modo irónico.

Basado en su experiencia en entrevistas laborales, Carlos Contino, de Cona Recursos Humanos, señala que en la conversación de búsqueda laboral es típico que los candidatos deban responder sobre por qué dejaron su último empleo o por qué están buscando un cambio laboral. “Ante estas preguntas, más del 50 % nos responde ‘por el mal clima laboral’ y cuando indagamos sobre eso aparecen los problemas con los jefes”, cuenta Contino. “Como consecuencia, frecuentemente nos encontramos con la frase ‘no me voy de la empresa, me voy de mi jefe”, resume el experto.

Molouny coincide plenamente: “lo habitual es que las personas no tengan grandes diferencias con las organizaciones para las que trabajan, sino con sus líderes”, dice. Para Contino, las quejas más comunes hacia los jefes son: “no valora mi trabajo”, “pocas veces o nunca hace referencia a mi buen desempeño”, “siempre marca mis debilidades y no mis fortalezas”, “no me apoya en mi desarrollo” y “¡no entiende que tengo una vida además del trabajo!”.

Según la investigación de Trabajando.com, la mala relación con los jefes no está relacionada necesariamente con que los empleados los consideran incompetentes. Cuando se le pidió a los encuestados que evaluaran a sus jefes en una escala del uno al siete, siendo uno la nota más baja, un 64 % los calificó con cinco puntos o más.

“Muchos empleados reconocen en su jefe un buen profesional, lo que le reprochan en general es su incapacidad para ser un buen líder de equipo”, explica Molouny. 


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