viernes, julio 06, 2012

La verdadera energía motivadora

Generalmente, quienes se dedican a llevar adelante un emprendimiento o negocio concentran toda su atención en los grandes temas como la productividad, la cantidad de personal, los salarios, las estrategias publicitarias, el precio, las promociones. Todos temas que demandan un gran uso de energía para la toma decisiones. Pero se dejan de lado los factores desencadenantes esenciales que motivan a la gente.

Un factor importante a tener en cuenta en cualquier actividad que realizamos es no tornarnos complacientes. En muchas organizaciones sucede que se ignoran variables como la amenaza de un nuevo competidor, el deterioro de la moral de los empleados o un feedback negativo por parte de los clientes. Esto lleva a que una empresa se torne complaciente, irreflexiva y poco creativa. Quienes llevan adelante una actividad de negocios o un nuevo emprendimiento deben tener en cuenta algunos factores para llevar al máximo su potencial:
No resistirse al Cambio: Esto significa no tornarnos complacientes. Salir de la rutina del Piloto automático que nos ahorra energía. Salir de nuestra Zona de Confort.
Hacer la diferencia: Forjar la Motivación Interna que todos tenemos y muchas veces se encuentra dormida. Sacar el máximo provecho de nuestro potencial.
Trabajar con buena gente y brillante: Con más capacidad que nosotros en los aspectos que desconocemos, que nos hagan pensar de manera diferente o que colaboren  para que nuestro pensamiento sea mejor.
Superar nuestras propias expectativas y la del Equipo de Trabajo: Hablar con la gente, conocer lo que desean, valorar las ideas que propongan.
Afrontar nuevos desafíos intelectuales: Abrir nuevos caminos, hacer cosas que nadie ha hecho antes. Disfrutar de la sensación de logro que nos impulsa a lo desconocido. Estar dispuestos a aprender continuamente.
Aprender de lo bueno pero mucho más de lo malo: darnos cuenta de que el fracaso no es el fin del mundo, sino una oportunidad para aprender.
Descubrir que está pasando interna y externamente: comunicarnos mucho con el equipo de trabajo, actuar proactivamente y no reactivamente. Indagar constantemente en los deseos, expectativas y necesidades de nuestros clientes.
Salir periódicamente fuera del ámbito laboral: implementar un programa de capacitación motivador, reunirse en un ámbito en contacto con la naturaleza, tratar de que nuestra vida laboral sea mucho más placentera.
Valorar a la gente: aceptar sugerencias. Hacer notar al equipo que lo que hace es realmente valioso.
Inspirar al Personal: fomentar la creatividad, hacer participar a todos del cambio, de la tarea de mejorar las cosas.
Crear una grata atmósfera de trabajo: un entorno cómodo, seguro bien iluminado, decorado, con espacio lo más amplio posible evitando trabajar encimados, proveer las herramientas de trabajo adecuadas.
Establecer un adecuado y justo esquema de compensaciones: remunerar al personal de acuerdo a la complejidad de su tarea, su grado de conocimiento y su nivel de responsabilidad.

Sé que todo esto es mucho más fácil escribirlo que llevarlo a la práctica. Pero es necesario ser conscientes y tener en claro que nuestras verdaderas creencias y nuestro espíritu estimulan las energías que nos motivan, impactando en el nivel de desempeño y energía emocional. Para esto hay que tener aspiraciones y fe en el futuro. Si logramos mantenernos fuertes internamente, podremos influir de manera positiva en las situaciones externas e incluso convertir una situación perdedora en otra ganadora, aún cuando quede un segundo antes de perder.  

GustavoSarnari. Director Asociado de Grupo CoSMO, E&N y Centro de Entrenamiento y Capacitación Pyme.

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