Las culturas deben
responder al tipo de industrias, pues de ello depende que la innovación y la
creatividad fluyan.
En
la búsqueda de mejorar la productividad y alcanzar metas empresariales, el
mundo del desarrollo organizacional y de la gestión del talento humano vive
experimentando metodologías que lo hagan posible.
Precisamente,
Portafolio habló con Cobie Langerak, una experta internacional en estos temas,
quien pertenece al grupo de Consulta del Gobierno de los EE. UU, y es
presidente de Triaxa Partners.
Está
empresa filial de Team Resources compañía consultora especialista en cultura y
desarrollo organizacional la invitó a Colombia, en días pasados, para una serie
de conferencias con sus clientes.
Cabe
decir que Langerak ha sido parte de grupos directivos de multinacionales como
Phillips International y Baxter Healthcare, aplicando sus conocimientos sobre
el movimiento de la cultura empresarial a través de los líderes.
¿Cuáles son las
características de un líder empresarial?
Pensando
en productividad son muchas las dimensiones y cambian según la industria. Las
compañías necesitan líderes dependiendo de si tiene un producto de gran demanda
o si hay que crear dicha demanda, es decir, la necesidad de ese producto.
En
el caso de los computadores hay que enseñarle a la gente a que quiera el Ipad. En
tal caso, se requieren líderes de muy alta capacidad; en segundo lugar, se
necesita muy buen talento en la gente que hace el trabajo, y tercero, debemos propiciar
el entorno, la cultura, los procesos adecuados y las condiciones para que las
personas tengan éxito.
¿Cómo modelar una
cultura hacia la productividad?
.Hay
grandes diferencias en materia de productividad que depende de la calidad,
velocidad e innovación para hacer el trabajo, y de la forma de mantenernos
innovadores en el mercado. Yo creo que los tres aspectos se logran de maneras
diferentes.
Además,
existen tres variables (estrategia, cultura y las personas), desde la
perspectiva de los líderes, los gerentes y directivos, que son los que guían a
las empresas al desarrollo, pero para que ese proceso sea efectivo en bien de
la productividad. Se
debe generar una cultura organizacional capaz de propiciar la creación, dando a
las personas las herramientas para ello, empoderándolas como líderes capaces de
innovar.
Igualmente,
esas personas deben tener mucho de lo que llamo liderazgo distribuido, que la
gente sepa que puede ayudar a pensar en estrategias, no sólo los 10 que están
en las oficinas estudiando alternativas. Se necesita tanto la expectativa como
la responsabilidad para promover nuevas ideas y lograr los objetivos.
¿Esta mentalidad es
aplicable al caso de las pyme?
En
realidad es mucho más fácil ser de alto desempeño cuando uno está en una
empresa pequeña o mediana. Tal vez es más difícil de hacer cuando las compañías
son muy grandes, por ello muchas deciden dividirse y hacerse más pequeñas, para
explorar la creatividad y la velocidad, detectando la gente que dialoga, que
dinamiza su trabajo y es diferente en la forma de hacerlo.
Esta
es una oportunidad grande que tienen ustedes con el modelo de empresas
pequeñas. No tienen ese legado de las grandes administraciones burocráticas y
se puede acelerar así la innovación.
¿Cómo evolucionar con
el mercado?
Lo
más importante es comprender que uno debe inventarse día tras día con la
evolución del mercado. Si hay algo que el mercado no puede cambiar son las
cosas internas, pero la gente es susceptible de cambio.
Cuando
el mercado se mueve rápidamente uno tiene que reinventarse. Miremos, en las
ventas, ya las páginas amarillas no se usan, las compras se hacen por Internet.
Los líderes deben actuar hoy y no enfocarse tanto en crear el futuro, pues
están descuidado el presente.
INNOVAR, FÓRMULA DEL
CAMBIO
Existen
muchas formas de activar el rendimiento y una es a través de la cultura.
Igualmente, hay tres cosas que afectan la productividad: el liderazgo, el
talento y la cultura.
Ahora,
si hablamos de cultura tenemos que analizar si ella está propiciando o
truncando los procesos, para lograr una concordancia entre lo que se quiere
hacer y lo que se está haciendo.
Cuando
se quieren objetivos estratégicos y no se logran hay que evaluar si la cultura
empresarial está deteniendo el logro de esos objetivos.
Algunas
culturas te echan hacia atrás, impiden alcanzar las metas y detienen el
progreso. En esos casos, aunque existe una cultura, no está diseñada a
propósito sino por defecto, y es por ello que no se saca lo mejor del talento
humano para lograr los propósitos que se quieren con la estrategia.
La
clave está en diseñar la estrategia pensando en el tipo de compañía, es decir,
si se trata del campo de la alta tecnología o de la innovación médica, no
puedes tener mucha jerarquía en la toma de decisiones, pues se detienen la
innovación la inventiva.
Necesitas
una cultura en la que los líderes tomen decisiones y dinamicen cambios. Si las
decisiones son de la alta jerarquía y se castigan los errores, esa cultura
genera miedo y no soporta la estrategia.
Estimado Prof. Rodolfo Salas, como siempre es un verdadero gusto leer su blog.-
ResponderEliminarComparto plenamente el post, y reafirmo. Toda mente empresaria debe estar pendiente de cualquier cambio, y la velocidad que marcan los tiempos de hoy, para ello se tiene que no solo tener una acabada inteligencia emocional y capacidad de adaptación, sino un equipo de trabajo que responda a estas nuevas competencias. Pues hoy en día sin trabajo en equipo, aunando líneas de areas de trabajo, no se puede llevar adelante en el mercado ningún producto. Muchas gracias. JULIA PARAVAN
Estimada Julia,
ResponderEliminarGracias por tus palabras y por tu valioso aporte.
Indudablemente, se necesita una cultura en la que los líderes tomen decisiones y dinamicen cambios.
Saludos.