sábado, enero 28, 2012

Diez habilidades relacionales para ejercer un buen liderazgo


Una persona se convierte en un buen líder porque posee la capacidad de atraer y relacionarse con sus semejantes. Para destacarse dentro del área de las relaciones públicas y establecer una buena comunicación con su equipo de trabajo, tienes que tener en cuenta varios puntos:
1- La disponibilidad. El líder tiene que estar en contacto con la gente. Es una cualidad donde se destaca la capacidad de reconocer cuales son las necesidades del grupo y responder a ellas de manera rápida en el momento adecuado.
2- Establecer relaciones equilibradas. Dentro de un ambiente laboral es fundamental que el líder genere armonía entre los integrantes del grupo, ya que esto brindará la posibilidad de que los miembros tengan la oportunidad de ser más creativos e interactúen entre ellos. Un buen líder tratara de alejar las situaciones de conflicto, y cuando éstas se presenten, tendrá que negociar para que la armonía reine en el ambiente.
3- La accesibilidad. Un buen líder tiene que ser una persona accesible y siempre dejar abierta la posibilidad de escuchar otras posturas. Mantener una postura de honestidad frente a los demás, esto será valorado por sus seguidores.
4- Usar de manera adecuada la posición de autoridad. Debe primar la sensibilidad antes que el autoritarismo. El mal uso de la autoridad es siempre un síntoma de falta de conocimiento en el ejercicio consciente de las normas del respeto al ser humano. Un buen líder nunca usará su autoridad para satisfacer sus propias necesidades ni controlar a su equipo. El éxito del líder solo se apreciará cuando utilice la sabiduría y el respeto, adecuándose a las circunstancias que debe afrontar diariamente.
5- La confidencialidad. Los buenos líderes saben escuchar a los miembros de su equipo, pero nunca comentan lo que esa persona les confió. Respetan la confianza que el otro depósito en él. La discreción y la confidencialidad, son dos cualidades que hacen a la grandeza de una excelente persona.
6- Se motiva a sí mismo. Establece metas, y las utiliza para motivarse a seguir adelante. Saben cuán importante es desarrollarse en el aspecto personal como en el profesional. Permanentemente actualizan sus conocimientos, buscando aplicar las últimas técnicas en el campo en el que se desenvuelven. Pero también saben motivar a su equipo para que alcancen las metas que se han propuesto.
7- Saben brindar apoyo a su grupo. Tienen la capacidad de dar sostén emocional a aquellas personas que lo necesitan. Son conscientes de que ellos son responsables de que su grupo siga sus metas, y cuando pierden su rumbo, es quien debe darle la orientación y el apoyo para que revean sus conductas. Reconocen la importancia que tiene darles aliento, confianza y reconocimiento a los trabajos que están bien realizados.
8- Mantienen la motivación y el espíritu de equipo. Un buen líder proporciona el incentivo que necesitan y motiva a su grupo para su rendimiento sea alto y obtengan el resultado que se establecieron desde el inicio.
9- Establecer una buena comunicación. El líder debe comunicarse constantemente con su equipo, es fundamental que sepa relacionarse con sus empleados, eso hará que los objetivos establecidos lleguen correctamente a quienes son los interesados en que el proyecto salga adelante.
10- Comprender la dinámica del equipo. El líder debe comprende la fuerza que posee cada miembro, ellos son la parte fundamental para que el líder llegue a donde está. Debe minimizar los conflictos e incrementar la armonía entre ellos. El líder crea un buen sentido de la unidad entre sus miembros. Son expertos en equilibrar las relaciones, incentivando las fortalezas y transformando las debilidades en una oportunidad para el aprendizaje, obteniendo mejores resultados.
Ana Varik. Se especializó en Coaching y motivación personal. Actualmente se dedica al Coaching de negocios. Madrid. España.

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