jueves, julio 14, 2011

Un firme propósito y cinco consejos para el recién llegado

Regreso de un viaje a Latinoamérica que me ha permitido comprobar lo relativo que es todo en la vida. Compartiendo con colegas de allá nuestras cuitas de acá y contándoles sobre nuestra “crisis” y sobre nuestra incertidumbre, solían responderme unos y otros más o menos con el mismo argumento: “en Europa vivís ahora en unas circunstancias que nosotros conocemos desde hace décadas. Y finalizaban con un desesperante “¡ya veréis como acabáis acostumbrándoos!” Cosa que ni por asomo pienso hacer; es un firme propósito. Ya contaré cómo.

Valga la anécdota como introducción pero de lo que me interesa hablar ahora es de algo que me ha ocupado profesionalmente en mi viaje a Latinoamérica: la cuestión de los decisivos primeros momentos de un directivo cuando accede a su nuevo cargo. Me parece un tema interesante y poco tratado en estas páginas.

Me ha correspondido estos días, en efecto, hacer coaching a un directivo latinoamericano para facilitarle sus primeros días en el cargo (una posición de alto nivel en una gran corporación). Lo que resumo aquí es el fruto de varias horas intensas de trabajo y una selección de consejos que fueron surgiendo de las conversaciones entre ambos en las sesiones de coaching. Si tienen algún valor es el de ir más allá de las surgidas como fruto del puro sentido común o de la gramática parda como: Allí donde fueres haz lo que vieres; precaución al principio pero luego hazte notar; después de la luna de miel viene la de hiel; no tendrás una segunda oportunidad de causar una primera impresión… y otras por el estilo que no por manidas son menos valiosas por cierto.

Los consejos fruto de las conversaciones a las que me refiero son los siguientes:

1. Olvídate de tu experiencia anterior. No trates de encontrar parecidos y similitudes con nada que hayas vivido en el pasado. No entres con prejuicios a tu nueva empresa.

2. No te desvivas por todos ni por el primero que te pida algo. Dibuja cuanto antes el “Mapa de poder” en tu nueva organización. Localiza quien detenta que cuota de poder y qué expectativas tiene con respecto a ti. Y ten en cuenta que “poder” en este sentido además de tu jefe y del jefe de tu jefe lo tienen otros como proveedores clave de difícil reemplazo, todos tus colaboradores de cuyo trabajo depende tu capacidad de aporte como departamento, pares tuyos, etc.

3. Aprovecha tus puntos fuertes pero evita diagnosticar los problemas a su trasluz esto es definiéndolos de acuerdo a tus zonas de confort. Si eres bueno con los números no cuantifiques todo.

4. Planifica para conseguir éxitos rápidos y visibles en cuestiones importantes, pero no trates de solucionarlo todo de golpe. Y ojo: el cómo lo hagas es tan importante como el qué hagas. Esto es muy importante al comienzo porque marcará estilo frente a quien te observa (y más de lo que te imaginas).

5. Ten en cuenta que estas corriendo una carrera de fondo; administra tus fuerzas, suma gente a tu proyecto y haz equipo.

Espero que estas pistas de buena práctica sean de utilidad porque las cosas cambian a tal velocidad que todos somos recién llegados a la mayoría de ellas.

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