En poco tiempo los avances tecnológicos han hecho que cambie bastante nuestra forma de relacionarnos y comunicarnos pero el sector empresarial no termina de adaptarse a estos nuevos procesos de comunicación.
En poco menos de cincuenta años, el cambio que se ha dado en la sociedad ha sido bastante notable. Ya poco queda de esos años de transición y mucha culpa de ello, la tiene el gran desarrollo y evolución al que hemos asistido desde hace un tiempo en el ámbito tecnológico.
El avance tecnológico que se ha ido dando en nuestra sociedad ha hecho que en muy pocos años de diferencia, nuestro modo de vida y, nuestra forma de relacionarnos y comunicarnos, cambie de manera considerable. Hasta hace bien poco, poder comunicarse de manera instantánea a través de un ordenador resultaba algo imposible de imaginar, es más, en poco tiempo, se ha pasado de quedar con los amigos en la calle, a quedar cada uno desde su casa para jugar en red o chatear. La sociedad se ha ido reeducando y ha ido adaptando sus procesos de comunicación.
Pero todo esto, no ha ocurrido solo a nivel ciudadano. La forma de organizar la sociedad, la administración, así como el ámbito empresarial, también se han visto influidos por este tipo de avances tecnológicos. Sin necesidad de remontarnos a lo que la aparición del teléfono móvil supuso para el mundo de los negocios; pensar en el desarrollo de Internet o más concretamente en los aumentos de la banda, son un claro ejemplo de las posibilidades y ahorro tanto de esfuerzo como de gastos que todo esto ha supuesto para las empresas.
Sin embargo, mientras que la sociedad parece que tiene claro el camino a seguir, el sector empresarial no parece terminar de adaptarse a los nuevos procesos de comunicación que van surgiendo gracias a la revolución de las tecnologías de la información. Es bien sabido que en los tiempos que corren el sector empresarial no se encuentra en uno de sus mejores momentos. Crisis, despidos, recortes, los últimos años están siendo muy difíciles para la economía mundial y hay que hacer un gran esfuerzo para salir adelante cada día.
Si bien parece que por el hecho de estar viviendo este crítico periodo las empresas deben alejarse de todo tipo de revolución tecnológica y centrarse en lo "malo conocido", nada queda más lejos de la realidad. Al contrario de lo que pueda parecer, muchas veces, la solución es más tecnológica que empresarial. Buscar herramientas, programas, o procesos que permitan llevar a cabo la actividad empresarial de una forma más eficaz, es en muchas ocasiones, la mejor manera no sólo de reducir costes sino de aumentar la productividad y la competitividad de nuestra empresa. Optimizar el equipamiento tecnológico que algunas compañías ya poseen o mejorar los servicios en favor de la eficacia y eficiencia son algunas de las claves para conseguir los mejores resultados con los menores recursos posibles. En los últimos años, los sistemas de videoconferencia, por ejemplo, están reduciendo la cuenta de gastos de grandes empresas en un treinta por ciento.
En el caso de los servicios que se ofrecen a través de la red se optimizan los recursos al tiempo que se reducen los costes. Las soluciones de videoconferencia o la telepresencia, suponen una auténtica evolución de la comunicación que, en tiempo real, permite tomar decisiones de forma más rápida y eficaz, con interlocutores que físicamente pueden encontrarse a largas distancias unos de otros, en un entorno de lo más cuidado. Estos nuevos espacios virtuales son el escenario de las reuniones on line de alta definición, un nuevo tipo de reuniones que suponen un gran avance y aumento de las posibilidades empresariales.
¿Por qué seguir con el modelo de negocio tradicional si puedo optimizar mis relaciones empresariales a la par que mejoro su calidad y ahorro?
En tiempos de austeridad económica es muy importante lo que esta forma de comunicación supone para la empresa. Tanto las grandes como las pequeñas, tanto las que tienen reuniones diarias como esporádicas, pueden aprovecharse de esta auténtica revolución de las tecnologías de la información para sus relaciones de negocio. Además de ahorrar en gastos en viajes, dietas y alojamientos; la empresa contribuye a reducir emisiones de CO2 gracias al ahorro de combustibles fósiles en el transporte. Además, el empleado ahorra tiempo en desplazamientos, y esto repercute en su conciliación con la vida familiar y personal mejorando su rendimiento. Al igual que los procesos de comunicación han cambiado en la sociedad, el entorno empresarial necesita una transformación competitiva de sus procesos de comunicación; ¿Por qué incurrir en gastos innecesarios y negarse a avanzar, si una inversión a tiempo en este tipo de soluciones ayuda notablemente a la reducción de costes, al aumento drástico de la productividad y, por tanto, a la supervivencia de nuestra empresa? En estos tiempos "lo malo conocido no es mejor que lo bueno por conocer".
Fuente: burgosempresarial.com
Eduard Arnau. Director Comercial de Techno Trenes
Muy buen post concuerdo contigo , las organizaciones empresariales se enfrentan a cambios, recelosas de aquello que aparentemente no pueden, o saben, controlar; las empresas se enfrentan a un campo nuevo que se redefine y evoluciona día a día ; conocerlo y saber manejarlo es vital para las empresas y sus aspiraciones.
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