martes, marzo 29, 2011

¿Cómo está tu cuenta corriente emocional?

“No nos callamos ni un reproche. Pero omitimos muchos halagos, Nuestra “cuenta corriente” emocional está en números rojos y afecta negativamente nuestras relaciones”. (Cortés, F).

“Cuenta corriente” emocional es un concepto de Stephen Covey que nos habla de cómo se construye o destruye la confianza entre dos personas. Funciona exactamente igual que una cuenta bancaria: ingresos y egresos (o reintegros): “si hago ingresos (soy amable, honesto, me comunico positivamente y mantengo mis compromisos), voy llenando la cuenta. Pero si hago reintegros (soy irrespetuoso, traiciono la confianza, crítico, juzgo, lanzo reproches y falto a mis compromisos), la cuenta se vacía).

En “Inteligencia Social” de Daniel Goleman, el autor nos habla de que el dolor provocado por el rechazo social se registra en la misma región del cerebro social que reacciona al dolor físico. Lo anterior, ilustra la importancia que tenemos cada uno de nosotros en la “cuenta corriente” emocional de cualquier persona con la que nos relacionamos.

¿Cómo es la comunicación con tu grupo de trabajo, con tus hijos o amigos?, ¿Qué le dices a un alumno que va reprobando la materia, a un trabajador qué no está cumpliendo sus objetivos o cómo planteas la crítica a un colega?, ¿Cómo te diriges a tus empleados?, ¿Reconoces justamente los logros?…

Esta cuenta influye directamente en la forma en la que nos comportamos y nos desempeñamos con un grupo de amigos, en el hogar, el trabajo o la escuela. “Cuando los reintegros superan los ingresos, está en números rojos, y se pierde la confianza”.

Por otro lado, es importante mencionar que todos los seres humanos tenemos un auto-diálogo que influye directamente en nuestra autoestima y que sus egresos e ingresos también se “cuantifican” en la “cuenta corriente” emocional. Es fundamental que cualquier persona cuide lo que piensa de sí mismo, sino nos respetamos a nosotros mismo cómo podemos exigir el respeto de los demás.

Nos hemos acostumbrado a decirnos todo lo que no nos parece de nuestra persona y nuestro desempeño en la vida (personal, social, familiar o profesional) y en raras ocasiones nos decimos lo que si nos gusta. El problema de lo anterior es que en esta cuenta los egresos suele ser mucho más sensible. Hay egresos que terminan con la confianza y necesitaremos de muchos ingresos para compensar el déficit.

Cuida los movimientos de tu cuenta, recuerda: “Las emociones determinan nuestra calidad de vida” (Ekman).

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