miércoles, diciembre 29, 2010

¡No digas que no hay líderes!

El management está buscando líderes. Jefes, ya tiene. Pero a los jefes, parece que las tropas no los quieren seguir y como, por definición, un líder sería el que tiene seguidores, el management busca convertirlos a líderes desesperadamente.

Como no lo consigue y que su operación pesca del talento tampoco le llena las redes, ha llegado a la conclusión de que los líderes son muy escasos, que nacen, que tienen que ser tocados por la varita mágica, y otras justificaciones a su desolación.

Pero la explicación es mucho más sencilla: no hay líderes porque el management no quiere tenerlos. Eso es: el modelo actual de management es ANTI-LIDER y pone todas las barreras a su desarrollo.

¿Lo dudas? Pues míralo conmigo.

¿Cuales son las características que todos reconocemos ser necesarias para ser líder?

Capacidad de visión.
Responsabilidad.
Lealtad a su equipo.
Capacidad de escucha.
Saber tomar en cuenta y valorar las aportaciones de sus colaboradores.
Dar autonomía, confiar.
Permitir el desarrollo personal de su gente.
Etc.

Ahora veamos cuales son los principios fundamentales de la organización taylorista:

La visión la tienen los de arriba del todo y no la tienen que compartir, puesto que unos piensan y otros ejecutan.
La única responsabilidad del jefe es la de hacer aplicar los procedimientos marcados y conseguir los resultados.
La lealtad no la debe a su equipo, sino a su propio jefe y a las normas de la empresa.
No tiene que tener sentimientos, su gente son recursos y variables de ajustes. Ya se lo repiten sus propios jefes: nada de compasión.
Escuchar sí, pero aplicar los procedimientos, normas y manuales de tareas. Puedes escuchar lo que quieras en tu tiempo libre y fuera de las horas de producción.
Los colaboradores no pueden modificar procesos (para eso hay un buzón de sugerencias que podrán leer aquellos de arriba que diseñan los procedimientos y normas). Lo único que se les permite, es aportar valor. Traducción: ser obedientes y entregado a lo que se les pide.
La autonomía ¿cuál? Si toda la información, el control y la valoración están centralizados (y cada vez más gracias a la tecnología).
Liderar equipos: ¿qué equipo? cuando toda la valoración y la incentivación son individuales y cuando la competición interna es regla universal.
Desarrollo personal: sí. Siempre y cuando sea para hacer mejor lo que marcan los procedimientos y los manuales de definición de tareas. También puedes desarrollarte para convertirte en un futuro jefe al que se le pedirá que sea un líder sin permitírselo.

Si miramos fuera de las empresa, veremos que líderes, hay muchos. Las organizaciones de voluntarios y ONG están llenas de ellos. El ejército es capaz de encontrar todos los líderes que necesita en el momento en que los necesita (es decir en caso de conflictos). Las asociaciones tipo Boy Scouts fomentan el liderazgo, forman líderes y encuentran otros. Cuando hay catástrofes naturales, brotan líderes como setas que toman grupos en mano y aseguran la coordinación de los socorros.

Por favor, no me digas que no hay líderes. Sólo dime que el management no los tiene porque no permite que los haya.

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