Ante la pregunta “las Escuelas de Negocios forman realmente al pequeño o mediano empresario para administrar su empresa?” la respuesta es “no siempre”. ¿Por qué?
Imaginemos que siempre quisimos volar y que poco a poco, con tremendo sacrificio y esfuerzo, pudimos armar o comprar un biplano y deseamos aprender a pilotearlo. Así, vamos a una escuela de aviación. Pero allí, nos instruyen para pilotear un Boeing 777 porque estamos en el año 2009 y ese es el modelo de avión adecuado para estos tiempos.
Si bien ambos son aviones, las características, equipamiento y capacidades que cada uno requiere no son trasladables al otro. Algunas habilidades cruciales para conducir un 777 son innecesarias para nuestro pequeño biplano.
Al mismo tiempo necesitaremos adquirir otras habilidades que, para el piloto de un Boeing, no tendrían ninguna relevancia ya que estarían automatizadas.
Las pequeñas y medianas empresas no son corporaciones en miniatura
Esta situación es análoga a la que suele enfrentar un empresario PyME en una escuela de negocios. Lo que allí le enseñan no está mal. Pero tampoco es verdaderamente útil.
Una pequeña empresa no es una gran compañía en miniatura. Su modelo organizacional exhibe características específicas que no están presentes en una corporación.
La informalidad característica de los procesos de las PyMEs hace que su gestión sea esencialmente diferente a la de las grandes organizaciones.
Así, los graduados de escuelas de negocios normalmente tienen muy en claro qué deberían hacer pero lamentablemente, no tienen tanta lucidez cuando llega el momento del "cómo" hacerlo dentro de ese tipo de organizaciones.
De esta forma, el empresario se siente frustrado cuando descubre que aquello que en la escuela de negocios le han enseñado que debería dar resultado, fracasa cuando lo aplica en su pequeña firma.
El próximo paso normalmente es la autojustificación: "estas cosas no son para las PyMEs". Sin embargo, lo que en realidad ha fallado es su comprensión de la realidad integral de estas organizaciones.
¿Para qué nos preparan las escuelas de negocios?
1) Para manejarnos o tratar con gerentes, no con otros empresarios.
2) Para trabajar con organigramas claros y precisos, pero no para dar la misma relevancia al sociograma (con lo cual, nos perdemos de poder interpretar lo que sucede y por qué suelen suceder las cosas)
3) Para planear, administrar y controlar los canales formales de comunicación. Pero nos predispone mal contra los canales informales (a los cuales solemos atribuirle una función casi conspirativa).
4) Para creer que debemos esperar a tener una masa determinada de recursos para comenzar a aplicar ciertas de nuestras herramientas. Pero esto está muy alejado de la realidad y posibilidades de la pequeña y mediana empresa.
5) Para creer que una gestión eficiente y profesional debe comenzar necesariamente por la definición clara y formal de la Visión, Misión, Valores, Objetivos y Estrategias, cuando en realidad se trata de temas que se viven día a día pero que rara vez (o quizás nunca) se declaman y mucho menos, se formalizan.
Podríamos seguir con innumerables ejemplos más. Y, en todos los casos, llegaríamos al mismo resultado.
Las escuelas de negocios no brindan TODOS los elementos necesarios para comprender la problemática y naturaleza de las pequeñas y medianas empresas y los que nos brindan no siempre son los necesarios para nuestras organizaciones. Porque? Porque nos enseñan a guiarnos por GPS (volviendo a nuestro ejemplo del biplano y el Boeing 777) y nos hacen expertos en la interpretación del mismo pero…. nuestro “viejo” y querido avión…. no posee GPS alguno en su estructura.
¿Quién puede dudar de la importancia de un buen ERP para una empresa? De un módulo para análisis de escenarios? ¿De un sistema de Business Intelligence? ¿Pero… qué pasa cuándo en nuestra pyme somos 10 o 20 personas? Tiene el mismo grado de importancia?. O, ¿acaso no manejamos los mismos conceptos pero por otros medios menos formales, más al alcance de las posibilidades de la empresa y de su gente?
La falta de concordancia entre la herramienta, el momento del ciclo de vida de la Pyme y las características internas y externas del negocio, es lo que hace que aún metodologías que han demostrado ser exitosas en otros contextos, fallen en nuestras organizaciones.
Debemos, por lo tanto, desafiar nuestras experiencias y conocimientos, ponerlos en duda, replantearlos, reformularlos y adaptarlos a las necesidades reales, de la empresa y del empresario. El pragmatismo dentro de una Pyme es tan grande y el tiempo tan corto (por el ritmo vertiginoso en que gira la “rueda operativa”) que dentro de esa concepción, cualquier dilación en obtener los resultados esperados aplicando lo aprendido, suele interpretarse como signo de su poca aplicabilidad y por lo tanto convalidan su no aplicación.
Por eso considero importantes nuestros próximos artículos, en los cuales intentaremos:
1. comprender en qué momento de la vida de la PYME se manifiesta de manera unívoca la necesidad de replantear el modelo de gestión y a partir de qué indicios (situaciones concretas, simples y que vivimos todos los días).
2. desarrollar un modelo de interrelación entre el empresario y el profesional tendiente a aprovechar lo mejor de cada uno y para evitar la resistencia al cambio de hábitos de ambos (léase bien, no solamente la resistencia al cambio del empresario).
3. cómo lograr concretar la transición del modelo emprendedor al modelo empresario que se requiere hoy en día, sin morir en el intento.
Juan Carlos Valda
Para intercambio de opiniones con el autor: jcvalda@gmail.com
Licenciado en Administración de Empresas – Doctor en Ciencias de la Administración. Consultor y Conferencista. Profesor de las cátedras de “Principios de Administración y Administración Estratégica” y “Organización y Dirección de la Pequeña y Mediana Empresa” en la Universidad de Belgrano, República Argentina. Posee más de 15 años en la preparación, armado y dictado de materias y programas de desarrollo Pyme en la Universidad de Belgrano, Instituto Universitario Escuela Argentina de Negocios y Universidad Abierta Interamericana. Integró la Comisión de Pequeña y Mediana Industria de la Unión Industrial Argentina. Cuenta con más de 20 años de experiencia en el Gerenciamiento y Dirección de Pymes. Autor y Creador del blog “Grandes Pymes” (http://jcvalda.wordpress.com)
Las escuelas de negocios, aunque ofrecen valiosas herramientas de gestión, no siempre preparan a los empresarios PyME para enfrentar los desafíos específicos de sus empresas. Mientras que en las grandes corporaciones los conceptos y estructuras formales tienen una aplicabilidad clara, en las pequeñas y medianas empresas la informalidad y flexibilidad del día a día demandan enfoques más prácticos y ajustados a su tamaño y recursos limitados. Los empresarios PyME suelen sentirse frustrados al intentar aplicar modelos de gestión pensados para grandes organizaciones, ya que estos no toman en cuenta las particularidades y limitaciones de su contexto. Así, es crucial que los programas educativos evoluciones para ofrecer conocimientos que se adapten mejor a la realidad de las PyMEs, promoviendo la pragmática y la capacidad de adaptación sobre la formalidad estructural.
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