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Vamos a tratar de analizar las diferencias entre los pequeños empresarios mayores y jóvenes, lo que caracteriza y motiva a los primeros y si estas motivaciones y características difieren en sus homólogos más jóvenes.
Parece que los pequeños empresarios de más edad son más sólidos a la hora de administrar un negocio. De hecho, hay pruebas de que las tasas de supervivencia de las empresas establecidas por los empresarios de más edad son más altas que los de las formadas por los más jóvenes.
Sin embargo, su motivación es significativamente menor. La experiencia, lo vivido, influye negativamente en este aspecto. Aquí, los empresarios noveles que establecen un negocio sin experiencia empresarial previa, están más motivados por el entusiasmo en la creación y la propiedad de una empresa.
Los estudios indican que los pequeños empresarios mayores, en general, poseen niveles más bajos de educación post-secundaria. Una probable explicación a esto se deriva de que muchos de estos empresarios iniciaron sus negocios cuando eran muy jóvenes y en un momento en que la educación superior no era tan común como lo es hoy.
Por otra parte, durante años, han sido más importantes las competencias relevantes de la persona que los títulos de educación superior.
En cuanto a las motivaciones por los negocios, una distinción debería hacerse. Los jóvenes tienen estímulos como la propiedad, la independencia y las oportunidades para llevar a cabo sus propias ideas. Los mayores, especialmente al borde de la jubilación, ven la actividad empresarial como una manera positiva de mantenerse activos.
El “duelo generacional” entre los empresarios mayores y los recientes, se basa en sus características personales que viene marcadas por su educación y su entorno, el de entonces y el de ahora.
Los viejos empresarios se movieron en un entorno donde los valores de lealtad, disciplina y respeto por los mayores formaban parte esencial de la cultura dominante y supieron ver el papel clave que sus empresas tenían en el desarrollo económico del país.
La siguiente generación, trabajó con grandes expectativas de éxito y registró una mayor proporción de adictos a este tipo de actividad por cuenta propia y la siguiente generación (la actual) se distingue por una mejor formación académica y cierta experiencia internacional.
La generación actual comenzó a romper con los patrones tradicionales de comportamiento, en un ambiente más informal y a favor de una estructura más horizontal y flexible. Ha sido la pionera en políticas de flexibilidad y conciliación. Predomina la iniciativa personal en un contexto de escepticismo frente a trabajar para otros.
Es la primera en la historia que vive basada en las nuevas tecnologías. No le es fácil entender el mundo sin ellas. Su infancia fue más cómoda y saben hacer valer más sus opiniones, por encima incluso de consideraciones sociales.
Las experiencias de la vida, ayudan a definir cada grupo generacional. Los viejos empresarios nacieron durante la Guerra Civil y el período posterior a la guerra. Como resultado, conocieron un ambiente de escasez, que provocó su austeridad.
La segunda generación comentada, se basó en una fuerte reacción hacia el mundo de sus padres, frente a la disciplina se plantearon más el optimismo.
La actual trata de encontrar el equilibrio y la flexibilidad, por encima de todo. Hay todavía más falta de lealtad a la generación de sus mayores y dan una gran importancia a las relaciones intensas con sus amigos y sus opiniones. Con la llegada de cada nueva generación, el concepto de lealtad a la generación mayor ha ido perdiendo terreno.
En las empresas se sustituye la estabilidad por la “empleabilidad”. La tendencia general no es centrarse en el compromiso o la lealtad a sus mayores, sino en una combinación de factores que les hagan sentirse básicamente bien.
Las últimas generaciones se criaron en un ambiente más confortable en sus años de infancia y adolescencia, por lo que parece que ahora, frente al trabajo, tienen más sentimientos de frustración.
¿Existe un conflicto?
Desde luego se ha producido una fuerte desavenencia en la dinámica de las relaciones. El mundo empresarial está dominado ahora por las dos últimas generaciones, más por la segunda, y eso forma modos de comportamiento empresarial distintos.
Dada la naturaleza del cambio, existe, es verdad, una cierta preocupación. Las empresas consideran fundamental adaptarse a la nueva generación y buscan la forma de ajustar sus métodos, las relaciones y el uso de las nuevas tecnologías.
Los jóvenes prefieren resultados a corto plazo frente a mantenerse por años en una actividad. Ahora, pueden dejarla si encuentran otra de mejor oportunidad. Entienden que estas son las reglas del juego.
Cada generación ha tenido que enfrentar sus propios desafíos en el curso de los diversos cambios y muchos jóvenes opinan que sus mayores lo hemos hecho todo más difícil para ellos.
El mercado laboral es incierto. El número de desempleados es cada vez mayor. En este contexto, los gobiernos centrales y autonómicos dicen estar trabajando para desarrollar el espíritu empresarial como un recurso para los problemas de empleo.
Pero, con el fin de lograrlo, es necesario que se proporcione formación sobre habilidades específicas y conocimientos amplios en negocios. El empresario debe ser una persona que innova, asigna y gestiona, con capacidad para percibir las oportunidades. Es el proveedor de los recursos, el supervisor, el coordinador y quien toma al final las decisiones.
Esta generación de empresarios tendrá la economía de este país en sus manos durante muchos años y … no todo el mundo sirve para ser empresario.
El equipo del BLOG cree que este es un tema adecuado para la opinión y el debate. Agradeceremos su comentario.
Alberto Aguelo
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