sábado, agosto 14, 2010

La Formación, un proceso que conduce al aumento de la competitividad de las Pequeñas Empresas

Este contenido ha sido cedido por nuestros colegas y amigos de España Empresa de Hoy (www.empresadehoy.com) donde podréis encontrar muchos otros textos de interés.

Nos referiremos al desarrollo de los recursos humanos como el proceso de aumentar los conocimientos, las habilidades y las capacidades de todas las personas que forman la empresa. Su importancia es evidente si se tiene en cuenta que en toda actividad económica es el recurso humano quien dirige, organiza, controla y mejora los factores de producción. La calidad de las personas apropiadas para el nivel y la complejidad de la actividad determinan como se realizan las tareas.

La inversión en educación y formación es la clave para el progreso económico, tanto a nivel de país como de empresa. Ahora sabemos bien que la fuente de la riqueza es fundamentalmente el conocimiento que es algo específicamente humano. El conocimiento y su aplicación como factor determinante de la competitividad.

Las empresas que reconocen la necesidad del desarrollo de los recursos humanos, son capaces de pasar por diferentes etapas de industrialización haciendo verdaderos “saltos”, dada la disponibilidad de acceso al conocimiento y la tecnología e impulsando con ello la competitividad.

La tecnología de la información está mejorando los servicios y los productos que se adaptan cada vez más a las necesidades del cliente, así como los procesos de producción y la competitividad se basa fundamentalmente en el uso productivo de los conocimientos y la información.

Algunas empresas alegan que los beneficios de la tecnología no logran alcanzar el coste de la inversión en ella, pero puede que sea porque la tecnología no es la adecuada o no se ha usado productivamente. La tecnología no añade valor a menos que se sepa utilizar y, a veces, parte de los beneficios de la tecnología no se muestran en reducción de coste, sino de mejoras en la calidad, que producen una mayor elección por parte de los usuarios de los productos de la empresa.

El desarrollo de los conocimientos, destrezas y habilidades de las personas ayudan a las empresas a crecer a través de la producción y suministro de productos y servicios comercializables y que son atractivos también para los inversores.

El ritmo en la aplicación de sistemas de formación para transmitir conocimientos teóricos y prácticos, afecta directamente al ritmo de desarrollo de una empresa. La Formación debe contribuir al desarrollo de una mano de obra con habilidades, para trabajos con capacidad intelectual en el futuro.

Los trabajadores también tienen que hacer esfuerzos en su autodesarrollo y tienen por lo tanto que aprovechar cada oportunidad para aprender y cubrir la demanda creciente para los cualificados. Junto con los empresarios necesitan estar implicados en la formación, según las necesidades de la empresa.

Por otra parte, se debe hacer accesible a los estudiantes el entorno empresarial y proporcionar consejo a los graduados evaluando los sistemas de la educación y formación, en colaboración con otras organizaciones tales como Cámaras de Comercio y asociaciones. Los empresarios están en la mejor posición para identificar las habilidades necesarias para el crecimiento y el desarrollo de los negocios.

Los empresarios deberían desempeñar un papel en la formulación de sistemas y contenido de los curso de aprendizaje, capaces de abastecer a las demandas del mercado de trabajo.

El desarrollo de empleados se debe ver como parte integrante de una estrategia de la gerencia de recursos humanos de las empresas. La estrategia debe ligarse a la selección y reclutamiento de empleados, para mejorar las habilidades y poder proporcionar la seguridad del empleo.

Los empresarios deben también mejoran las habilidades de los nuevos incorporados porque las tecnologías cambian y se necesitan los trabajadores de múltiples talentos. Las habilidades más específicas, se deben aprender en la empresa.

De todas formas, las pequeñas empresas no tienen a menudo los medios ni el tiempo para invertir en proporcionar formación. Los negocios familiares particularmente tienden a carecer de una política de entrenamiento. Estos problemas en las pequeñas empresas necesitan mucha ayuda para ser solucionados e identificar y tratar esta prioridad.

La formación pues es muy importante para la competitividad. Es verdad que parte de los sistemas educativos están siendo adaptados para satisfacer las necesidades de las empresas, pero hay que hacer mucho más mejorando contenidos, donde prime la capacidad para resolver problemas y adaptarse al cambio. Debido a los cambios tecnológicos y su constante progreso, los conocimientos teóricos y prácticos requieren constante actualización.

Existe un vínculo directo entre la capacitación y la productividad y, uno de los componentes esenciales del crecimiento económico de la empresa, depende de la mejora en el nivel medio de la formación de sus empleados, adaptada a las necesidades de su dinámica industrial y de servicios.

Esto significa la capacitación en mejores prácticas para la gestión de la producción, la comercialización, la logística y distribución, y la gestión de la calidad, algunas de las áreas cruciales para la competitividad y el crecimiento.

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